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Y se viene la tercera
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VARIETÉ III
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Varieté III
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Los sudarios no tienen bolsillos
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USTED ES UN HIJO DE PUTA
Por Mingo Funes Alcorta
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Usted es un Hijo de Puta
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Usted es un hijo de puta. Todos lo saben y hasta se lo dicen. No hay nada de malo en eso. Puede que haya tardado en descubrirlo, sorprenderse y aceptarlo. Tal vez siempre lo supo y no le importa o se enorgullece de tal condición. Pero no es menos cierto que a una edad avanzada el tema le genera algún resquemor. En el día de su funeral, ¿Alguien llorará? ¿O se reunirán sus parientes y allegados a celebrar que al final se murió el muy hijo de puta?
Cómo sospechamos que lo segundo es lo más probable, le sugerimos curarse en salud y contratar nuestros Servicios Fúnebres Anticipados y a la Carta. En primer lugar, un equipo de especialistas en estadística, psicología y numismática, realizarán un informe exhaustivo de su persona. ¿Es usted un hijo de puta de tiempo completo? ¿Acaso algún rasgo lo redime? ¿Es hijo de puta nativo o por opción? ¿Disfruta su hijoputez?
Vale aclarar: si usted, además de hijo de puta es pobre, no nos consulte. Esa combinación es francamente de pelotudo. Encima no nos deja un peso. Y ocurre que nuestras tarifas son en dólares, yuanes o euros.
Nuestro servicio consiste en organizarle en vida un velorio exitoso y con deudos que lo lloren y no esa patética bronca que aflorará en su servicio funerario verdadero. Este servicio consiste en proporcionarle a quienes usted designe una noche inolvidable, para que, cuando llegue el momento, ese recuerdo se imponga a cualquier hijoputada que haya cometido con los presentes.
Un servicio módico de no más de 5000 euros, por ejemplo, incluye una cena en un bodegón por los alrededores de Caminito con vino de la casa (siempre canilla libre, lo que destacaría su generosidad). Como toque inolvidable, una compañía de mulatas de Florianópolis improvisará un strip tease sobre las mesas. La ropa interior de las danzantes oficiarán de souvenir del evento. También aseguramos la presencia del Negro de Whatsapp y su grupo la Argentinidad al Palo. Después de esto, los presentes de su velorio quizás no lleguen a las lágrimas, pero, aunque sea a desgano, pensarán “hizo un esfuerzo el hijo de puta éste al final”.
Puede ocurrir en cambio que desee ser reconocido apenas como un poco trepador o medio sorete no más. En esta modalidad, hablamos de un servicio de unos 27000 dólares. En el caso de parientes o ex socios irreductibles, mediante el pago de un adecuado estipendio, podremos contratar para usted un comando mapuche-cubano-chino que se encarga de esas cosas.
Puede darse el que usted sea aún peor, un hijo de puta contundente, meticuloso, atento a que no se le escape la mínima posibilidad de cometer una canallada. Si así fuera, todo depende del volumen de los sobres para operaciones de prensa que le sean favorables.
En casos extremos, si todo esto no alcanzara, se le facilitaría la compra de un canal de TV en donde aparecería cuando guste, besando niños, pobres, ancianos huérfanos o juanetes.
Una inversión en nuestros productos resulta una opción infinitamente superior a esas chantadas de los cementerios privados que no le dan ninguna garantía de que, una vez que haya fallecido, no lo vayan a festejar con champagne o meando en su sepultura.
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Amnesias del mes
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EFEMÉRIDES III
Por Gabriel Steinberg
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Efemérides III
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Hoy se conmemora el invento del juego de Truco.
Se conmemora en Flores, la gente va llegando pasada de copas, con espadas en la mano y el control no da a basto.
Hace 20 años que a pesar del celeste cielo, en la ciudad de Azul, se suspendió la corrida del dólar Blue.
El próximo domingo conmemoramos en la plaza del pueblo la primera vez que un vecino recibió una operación abdominal en el hospital local.
Reserve desde hoy su porción de chinchulines.
Mañana se festeja el bicentenario de la primera vez que a un hombre se le ocurrió llegar a una cita con un ramo de flores. No se pudo concretar, la chica lo dejó plantado.
Recordamos esta semana aquella vez que un carpintero pifió con la medida de los cortes de madera y se inventó la cama matrimonial.
Hace exactamente un año que se disputó el partido entre Flores y Deportivo Paraguayo. Fue la primera vez que los 22 jugadores dieron doping positivo.
Hoy, recordamos con mucho pesar aquel accidente en que tres escritores del pueblo perdieron la vida.
El domingo en la plaza se proyectara como homenaje con entrada libre y gratuita "La sociedad de los Poetas Muertos"
No fue invitado al homenaje el motorista que manejaba el tren el día que los Gómez quedaron atravesados en la vía con su camioneta 0 km.
Una nueva sucursal se abrirá el domingo de la famosa casa de panqueques de nuestra ciudad. Esta se ubica a la vuelta y vuelta de la casa central.
La semana pasada se rescataron tres cochinillos que había arrastrado el río el día de la tormenta. El dueño de los animales hará un evento el sábado dónde se degustarán choripanes y sándwiches de jamón crudo.
Hoy nos pone tristes recordar el incendio del Tambo de las afueras del pueblo. Qué mala leche.
Como todos los años, llegada la Primavera festejaremos la Fiesta Nacional del Calzado. La organización salió de taquito.
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Hay amores que ladran
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UNA SIESTITA POR AMOR DE DIOS
Mónica Gervasoni
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Una Siestita por Amor de Dios
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Tarde o temprano las madres debemos enfrentar el pedido ruego, conmovedora suplica “!mamá quiero un perro!”. Si usted es una madre blandita y sus hijos sádicos perforantes ,pasen y lean para que vean que no miento...,
Las mascotas vienen avanzando
Convivir con uno mismo ya es un tema per se. Con más de uno se hace difícil, más de tres ya se sabe: es multitud... si a eso le sumas una mascota es el summun! Y que convivan entre ellas ¡ni hablar! Mejor escribo.
Primero hizo su gran arribo a casa Gina. De pedigrí dudoso pero pareciéndose, en lo blanco del ojo, a un cocker. De bebé tenía todo, cabía en la mochila, tomaba mamadera cada cuatro horas. Las primeras 4 se la daba mi hija y las restantes hasta cumplir el mes... ¡Sí, yo! Luego el bebé creció y tuvo que fortalecer los dientes. Ese fortalecimiento se llevó mis pantuflas, medias, ropa interior importada… Pero te miraba con carita de "yo no fui " y la vida seguía. Y la vida siguió hasta que mi hijo menor gritó: ¡Por qué mi hermana tiene mascota y yo no! ¡Quiero una iguana! Creo que alguna divinidad oyó mis rezos y no trajo la iguana sino una gata con tantos aires de princesa que la bautizamos Princesa Leia. Mi hijo nunca limpió su caja de arena arguyendo "soy chico". Por supuesto, Leia duerme en mi almohada y no en la de él.
Después de las mascotas llegaron los nietos y esgrimieron su derecho a tener mascota. Así llegaron Luna, la gata, y Kiara, fruto de ir a la quinta con los gatos. y después de muchos escarceos sexuales amorosos llegaron las descendencias y por supuesto no las íbamos a tirar. Sigo limpiando bateas y vuelvo.
Conclusión. Cuando se apaga la luz y logro dormir al nieto más chico, se levantan los perros, logro dormirlos y se encienden las gatas, así que no hay quien duerma ni quien viva. Mejor dejo las llaves de mí departamento al zoológico así abre una sucursal y yo me mudo a la Quiaca. A propósito: ¿dormirán las llamas?
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Y los últimos serán los primeros
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TIPS PARA DARTE CUENTA QUE NACISTE PARA TRIUNFAR
Por Any Arce
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Tips para Darte Cuenta que Naciste para Triunfar
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Pisás caca fresca de perro, la cual se ve, estaba preparada solamente para vos. Llegás rengueando a tu casa buscando escarbadiente, la punta de un tramontina o el tallo de un Perejil pa’ removerla. Nada de eso sirve. La quemás. Te queda una sola del par haciendo juego con la media del lavarropas perdida.
Se te queman los huevos duros que pusiste a hervir media hora antes por hablar con personal y sus promos de más Gigas por menos monto (el cual, es fija que te aumenta al mes siguiente).
Te apuraste a llegar al control del oculista pagando el taxi 2 lucardas 100 y el turno era una hora más tarde.
Te reconocen en la recepción del oculista y no sabés de dónde. Si de alguna función, del trabajo o si alguna vez estuviste presa y compartiste la celda con quien te reconoce.
La que te reconoce te nota perdida. Se da cuenta que tenés una falla mecánica cerebral y te aclara la cuestión. Era en la esteticista.
Es la tercera vez en 10 minutos que te fijás en home banking si te depositaron el sueldo y en el token te avisan que ante un tercer intento en tan poco tiempo intentes tratar tus problemas de ansiedad.
Te olvidaste de saludar por los cumpleaños a gente querida. Y no da inventar "no sé en qué día vivo" no te lo cree ni la que te reconoció de la esteticista.
Lo que anotaste apurada en la agenda no se entiende ni mierda. Te esforzás por recordar lo que escribiste y te acordás cuando ya pasó lo que tenías que hacer.
Llorás con un tik tok emotivo al punto de moco y baba. Porque te recuerda a tu infancia cuando tu vieja te encajaba la polera con cierre que te arrancaba 3 mechones de la nuca.
Te lavás el pelo con crema de enjuague porque no ves que dice Acondicionador. El pelo te queda con más grasa que el abogado del Teto Medina.
Si te reconocés en al menos 3 de los puntos citados te espero el en algún café, ni bien me acuerde dónde queda te lo digo (lo anoté en la agenda, pero no sé cuándo) para saber que no estoy tan sola con tanto éxito en mis talones.
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Nadie más viva que una mosquita muerta
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LAURITA
Por Claudia Baier
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Laurita
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Como todas las cosas, la juntada con las amigas se tuvo que adaptar a las crisis, ésta, la otra y la anterior. En un tiempo, salíamos a comer o a tomar una cervecita. Ahora, irremediablemente, nos reunimos a la canasta en la casa de alguna de las pibas. Cuando llegamos y ponemos en la mesa las cosas que llevamos, pensamos, angustiadas sin que se note, cómo vamos a hacer para sacar una cena decente de todas estas vituallas desplumadas. A saber. Una te lleva un paquete de grisines, otra una bolsita de maní con cáscara, la vegana sus hamburguesitas de lentejas con queso de papa, yo por ahí te llevo 150 de paleta sanguchera, otra tenía unas vainillas húmedas, de ese paquete que quedó abierto en la alacena, También lo lleva. Y así, todo.
Y cuando ya casi nos disponemos, resignadas, a envolver vainillas con fetas de paleta, como para hacer unos rolls, llega la que cobró, sosteniendo cuidadosamente horizontal una cajita marrón de rotisería con una docena de codiciadas empanadas. Si, una docena, porque cobró, pero tampoco alcanza para alimentar a toda la barra. Y entonces surge la típica: Descuartizar cada empanada quirúrgicamente para que rinda. La multiplicación de los panes a puro tramontina.
Lo que nunca deja de asombrarme es la abundante provisión de vino y cerveza. Algún malabar estamos dispuestas a hacer para no privarnos de bebidas chispeantes. Imprescindibles. Además la anfitriona siempre tiene Hesperidina. Algo tiene con este elixir. No llega a ser adicción, pero algo tiene... Nuestro encuentro siempre termina con un “chupa y pase” de la simpática botella marrón acompañado con budín barato del chino, próximo a vencer.
Gracias a las fumadoras, al rato de juntarnos estamos inmersas en una espesa nube gris violácea que ayuda a ambientar el aquelarre.
Es ceremonia, medicina, catarsis. Hablamos todas juntas pero igual nos entendemos. Tenemos un sexto sentido. Nos reímos hasta la falta de aliento, el llanto y el dolor de panza. Las cuitas y ansiedades de cada una seguramente continuarán, pero se dulcifican, se comparten y la mochila se aliviana. Terapia casera. Necesaria.
Y en ese entrevero caótico de cuatro o cinco conversaciones a la vez, risas, vino y grisines con mayonesa, queda una hablando sola en esos dos segundos de silencio casual como en El Chavo. Es Laurita que queda pedaleando en el aire diciendo: el Beto me pidió tener una experiencia swinger.
Petrificadas, aleladas. Una bomba. Baldazo de esquirlas. Una escupió el vino, otra se atragantó con un maní y la rescatamos con una piña fuerte en la espalda. Todas en shock. Pero no por pacatas conservadoras, nada más lejos de nosotras. Es que no lográbamos conectar el perfil de Laurita con esto del swingerismo.
Ella es la única que tenemos ubicada. Juntada hace veintipico de años con el mismo. Encima es feliz la muy desfachatada. El resto del grupo en cambio, estamos levitando en un limbo emocional incalificable.
Es el ama de casa ideal. Hace ravioles caseros, con la ruedita. Su torta de ricota es celestial. Es nuestra ecónoma. Se recorre varios súper y nos pasa un Excel con los precios comparativos, para que ahorremos. Barre la vereda todos los días y le pasa cif a las tapas de los medidores. Usa ruleros. Y lo peor. Casi la echamos del grupo cuando nos enteramos: se plancha las bombachas.
Por eso nos congelamos y nos costó un rato salir del aturdimiento. La primera que se despabila es la escéptica, la fría y excesivamente racional que nunca falta en un grupo, que le espeta sin anestesia: ¿no será que el Beto te dijo que te iba a comprar una máquina de coser Singer y vos entendiste para el orto? (¿o máquina de coser o Singer?)
Nunca vimos tan furiosa a Laurita. Desencajada y emitiendo rayos por los ojos, le contesta cabreada casi a los gritos: ¡pero vos te crees que yo soy pelotuda!
Y es cierto. Ella no es ninguna pelotuda, Beto tampoco. Son los únicos del grupo que lograron construir una relación consistente y duradera. Son unos laburantes del amor y la pasión para que perduren bien vivarachos. Y esto del swingerismo viene a ser seguramente, una de las tantas formas que adquiere ese laburo pertinaz para mantener a flote a este exitoso tándem. Son nuestro norte. Los admiramos mucho. El resto de la fauna, no tenemos ni para empezar a hablar.
Ni bien salimos de la confusión, nos apuramos para alentarla.
Avanti Laurita. Hay que probar todos los chocolates de la caja para conocer a qué saben. A pura embestida, decidida, zambullite sin salvavidas en ese mundo con Beto.
Nuestras juntadas andan necesitando condimentos. Empezaremos a stockearnos de alcohol, cigarrillos ¿extraños? y maní. Porque será una larga noche esa en que nos juntemos para escucharte hipnotizadas. Seremos puro nido para que nos compartas lo que quieras o cama elástica para amortiguar el golpe si resultó un fracaso aguachento.
Pasame la Hesperidina.
