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Cristina Wargon
Directora
Una vez transcurrida la época de las elecciones, la Directora nos dio la orden de desplegar las velas y virar a sotavento. Un tanto desorientados por desconocer las mínimas reglas de la navegación, asumimos que el primer paso consistía en una tormenta de ideas. Como los barcos deben atravesar tormentas después de todo, el Vikingo afirmó que se trataba de una metáfora. Nos entusiasmó la idea, ya sabíamos que hacer.
Compramos una caja de ciento cuarenta y cuatro velas Ranchera, pusimos los ventiladores al mínimo, el viento que pudimos improvisar, y preparamos la redacción para recibir a la Dire.
Al llegar se emocionó mucho, nos dijo: ¿No se dan cuenta que hay cortinas y muebles de madera acá? ¡No pueden ser más irresponsables! Con aire de satisfacción respondimos a coro “SI PODEMOS”. La mayoría logró huir cuando la Wargon quiso empezar a repartir latigazos. Entre que buscó un látigo y descubrió que no tenía uno, ganamos tiempo para la fuga. Mónica no. La ayudaba con la búsqueda.
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Ricardo Zárate
Secretismo de Redacción
Recluido en su departamento sin ventanas, Zárate trabajó incansable como siempre, apartado de toda novedad o detalle de la res pública. Azotado por la inevitable necesidad de alimentos, acudió a la redacción para solicitar ayuda. Ocurre que no entiende de medios electrónicos de pago o de uso de moneda de curso legal. Lo recibimos con algarabía y casi inevitablemente le preguntamos cómo manejó la ansiedad electoral. Nos miró con su habitual extrañeza y dijo “¿La qué?”. Le aclaramos que nos referíamos a las elecciones. “¿Las qué?”, volvió a preguntar. En la actualidad continúa sin ingerir alimentos. Que lo acompañe Magoya.
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Liz Marino
Divagaciones y Tocs
Entre las PASO, las generales y el balotaje, Liz se estresó hasta lo indecible. Su único refugio emocional consistía en abrazar a su gato. Esa forma de alivio la complicó mucho, debía redactar tan sólo con su mano libre.
Una vez transcurridas las instancias comiciales, su familia no logró que liberara al gato, el que ya mostraba signos de ahogo y fatiga. Ante esa imposibilidad, fue trasladada a una clínica en Suiza, en dónde no lograron tranquilizarla, pero cuentan con un plantel de veterinarios de prestigio mundial.
El gato sigue con vida y no la extraña.
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Lidia Poggio
Rockstar
Lidia siguió con celo y paso a paso cada comicio. Ya en septiembre había tomado la decisión de formar un grupo de resistencia con sus seguidores de la quinta edad, ganara quien ganase. De manera constante y furtiva conformó un ejército de 1332 resistentes, 1121 en la actualidad. “No desertaron” afirma Lidia, “son las bajas que sufre cualquier ejécito en batalla. Vamos a pelear hasta el último hombre”. Según sus cuentas eso va a ocurrir antes de 2027, día más, hombre menos. Con las mujeres tiran hasta las presidenciales del 31. O Al menos hasta las legislativas de medio término.
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Leonardo Silveira
Videoteces
Leonardo nos veía discutir e intercambiar ideas a lo largo de estos tres meses. El pobre, nacido en Montevideo, mucho no entendía. Finalmente optó por no dar más bola y anunció su fuga a Canelones hasta que pase todo. Lo imaginamos disfrutando de la playa y la tranquilidad del país vecino.
Al regresar le preguntamos y nos aclaró que se trataba de los canelones que hace su mujer, lo que explicaba el notorio sobrepeso. Con respecto a su repentina ausencia explicó: “Yo, uruguayo”.
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Mónica Gervasoni
La infatigable
Desconocemos la filiación política de Mónica, solamente sabemos que cayó en una profunda depresión. Lo que no nos aportó ninguna pista, de todos modos iba a deprimirse; es su superpoder. Aun así, prometió complotarse con Lidia y resistir con aguante. Creemos, de todos modos, que escuchar Corazón Clandestino o Mano Negra es su idea de participar de una resistencia.
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Timoteo Sarasa
Periodistorro
Después del éxito en el reportaje a San Martín y a John Lennon, Sarasa prometió sumergirse en la búsqueda de la nueva entrevista. Pero pasó una edición sin que tuviéramos noticias de él. Atinadamente nos informó luego, que encontrar a Sarmiento en Asunción resultó más arduo de lo esperado: el antiguo barrio del padre del aula había desaparecido tras una tormenta de arena en 1913 que había durado dos años. Nos cuesta un poco creerle. En 1913 no hubo tormentas de arena en Paraguay.
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Gabriel Steinberg
Con o sin cuero
Gabriel se indignó profundamente otra vez. Decidimos que indignarse para él es una manifestación de su ternura con todo aquello que no se haga a la parrilla.
Éste período le brindó la posibilidad de hacer asados casi permanentemente, con tirios y troyanos. También con gente de San Luis, Córdoba y el resto de los distritos electorales. Un ecléctico de la política y la gastronomía.
Sin sus meditaciones, recetas y ronquidos post ingesta, ignoramos qué sería de la redacción.
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Filípides de las Casas
Por-te-ño
Fueron trágicas las jornadas electorales para Filípides. El padrón, inapelable, lo lleva a votar en Villa Ortúzar cuando en realidad vive en Parque Chas. Y no llega, no de perezoso, no. Es que hace seis meses se mudó y no puede salir del barrio. Se pierde.
Intentó votar vía México, pero la justicia electoral falló de forma contundente en contra. El expediente fue rechazado por razones de sentido común y estulticia manifiesta.
Por suerte en el barrio tiene un súper chino a la vuelta.
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Gabriela Martínez
Cor-do-be-sa
En las reuniones por zoom, Gabriela se manifestó permanentemente, en un claro ejercicio de micro militancia, aunque ignoramos para quién. Por lo general olvida desmutear el micrófono. Igualmente emana tal pasión en su gestualidad que nos da pena avisarle. Dicen que hace lo mismo en sus presentaciones online de stand up.
Otra característica de Gabriela es que escribe, escribe, escribe. Contamos con textos de ella como para llenar la revista hasta 2027. Por lo que estamos muy agradecidos
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Claudia Baier
Sur y después
Claudia mostró una gran transformación ante nuestros ojos. Es que pasó de ser una ilustración en la revista hasta que se apersonó en la redacción. Grande fue nuestra alegría al recibirla. Munida de una grata canasta, nos acercó salamines, biscochos de grasa y pan casero. También sánguches de milanesa. Esto le granjeó una interesada propuesta matrimonial de Sarasa. Sin vacilar, la redacción entera lo rechazó, no sin ternura.
Sin embargo las cosas casi terminaron de la peor manera. En impúdica actitud vimos a Claudia extraer de su cartera un paquete de galletas de arroz. Gabriela, la abanderada de los bizcochitos con grasa, fue la encargada de poner las cosas en su lugar. Las galletas se convirtieron en pasto para las palomas.
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Carolina López Scondras
Biblioteca y Mapoteca
Siempre establecida en Umbalechea, Caro se acerca a la redacción cada vez que puede. “Necesito algo de quilombo” dice y acampa más o menos una semana entre Olivettis, Macintosh y PCs. A pesar de que Umbalechea se fundó a su alrededor, lo que la halaga, dice que el esmog y el agua con gusto a lavandina son irreemplazables. En los comicios se abstuvo. No dijo de qué.
Lo grave de su última visita fue la nota que desencadenó las iras de la Directora, quien inmediatamente convocó a Lidia para una fulmínea respuesta. Como Lidia estaba en plena jarana, la Wargon se llegó a la redacción como un rayo, con el camisón puesto. Se apoderó de la Olivetti para refutar el texto de Carolina. El resultado se puede leer al pie de Viejecitos. No nos hacemos responsables.
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Pablo Colombo
Biología y fermentación etílica
Acólito de Lidia Poggio. Genetista fracasado pero borracho consumado, se trata en realidad de un acólito anónimo. Codicioso sin causas (penales) pero con algunas consecuencias (penosas), quiere llegar al millón, pero no puede hacer el 4.
Se muestra hospitalario con las posesiones ajenas, y en este texto hay pruebas de ello. Se ha robado sucesivamente el favor de las musas, el cariño de las mozas, el aplauso de las mesas, el fervor de las masas y el vino de las misas.
Ha visto mejores días, pero es miope. Dado que es imposible encauzarlo, es necesario encausarlo. Lidia siente una culpa comparable a la de Victor Frankenstein: todavía está corriendo y al grito de “Yo no fui” se refugió en Mendiolaza. Malas noticias: adivinen quién llegó.
